Una de las enfermedades que provoca baja visión es la aniridia. Conoce en qué consiste y cómo afecta a la vida de una persona.
La aniridia es una enfermedad congénita, hereditaria y crónica que causa discapacidad visual. Se debe a un desarrollo incorrecto de las estructuras oculares a causa de la mutación del Gen pax 6. Por eso, se sufre desde el nacimiento y no como otras patologías asociadas a la baja visión, como el glaucoma o la DMAE.
Hay una serie de síntomas comunes que sufren las personas que padecen aniridia:
— Falta total o parcial del iris en ambos ojos. El nombre de la patología viene del signo más evidente de la enfermedad, la ausencia total o parcial del iris. Sin embargo, aunque el iris es crucial para regular la luz que entra al ojo y tener una buena visión, no es la falta lo que provoca por completo la baja visión.
— Fotofobia. Al no contar con el iris de forma completa, la persona con aniridia sufre una gran intolerancia a la luz. Por eso, conviene que extreme la protección frente a la luz para no dañar su visión.
— Resto visual reducido. Todas las personas que padecen esta enfermedad relacionada con la baja visión tienen un resto visual por debajo del 0/20. Sin embargo, el niño con aniridia se adapta con los recursos visuales que tiene a su entorno, y su vida cotidiana se amolda al resto visual que posee. La parte positiva frente a otras enfermedades asociadas a la baja visión es que la persona nunca puede echar de menos algo que no ha disfrutado.
— Nistagmo o nistagmus. El movimiento involuntario, rápido y repetitivo de los ojos es un síntoma asociado a la aniridia.
Como especialistas en baja visión en Sevilla, recomendamos que las personas con aniridia acudan a la consulta de un experto en la patología. El entrenamiento con un especialista no aumentará la cantidad de resto, pero sí su calidad. Además, le dará una serie de recomendaciones para mantener su salud visual de forma adecuada.