La falta de molestias evidentes hace que sea ampliamente conocida como la «ceguera silenciosa». Pero ¿de verdad no encontramos ningún síntoma concreto?
Se estima que casi un millón de personas en España tiene glaucoma, de ellos aproximadamente la mitad desconoce que padece la enfermedad. Desde luego, la sintomatología en muchos casos no ayuda a pensar que tenemos un problema ocular.
Sin embargo, sí hay ciertas señales que nos pueden hacer sospechar de esta pérdida de visión irreversible, sobre todo, estas son más frecuentes en el glaucoma de ángulo cerrado. Detallamos los síntomas más importantes a continuación:
— Pérdida de visión periférica. Esta visión suele ser la primera afectada, aunque al ser de forma muy progresiva es complicado darse cuenta. Con el tiempo la persona se va acostumbrando al resto visual sin apenas percibir que su visión se está reduciendo de forma considerable.
— Pérdida de visión general. La falta de drenaje a causa de la alta presión intraocular daña el nervio óptico secundario. La consecuencia es que tanto en visión periférica como en visión a distintas distancias comencemos a notar carencias.
— Dolor de ojos y cabeza. Las cefaleas y una incorfortable sensación en los ojos también son uno de los síntomas que pueden pasar desapercibidos cuando se tiene glaucoma.
— Visión borrosa. ¿Quién no experimenta falta de nitidez en algún momento? Algo que puede pensarse que es cotidiano y normal puede estar relacionado con el glaucoma cuando es frecuente.
Aunque hemos mencionado que estos signos son evidencias que pueden alertar en algunos tipos de glaucoma, no avisan en el glaucoma de ángulo abierto. Este tipo, que es el más habitual, solo puede detectarse en las revisiones ópticas periódicas.
En Federópticos Fuentes Najas llevamos muchos años mejorando la calidad de vida de las personas con glaucoma. Desde nuestro gabinete óptico en Sevilla, especializado en baja visión y terapia visual para ñinos, planificamos la rehabilitación visual de su resto visual con el objetivo de minimizar sus efectos, retrasar la evolución y utilizar mejor la visión no dañada.