Tanto en verano como en invierno, los niños están expuestos a una serie de riesgos que afectan de forma negativa a su salud visual. Desde nuestra óptica en Sevilla recomendamos estar alerta y educarles en buenos hábitos visuales también en las épocas de más frío.
¿El invierno favorece la miopía infantil?
Diversos estudios apuntan a que una de las causas más comunes que provoca la visión borrosa tiene que ver con los genes. No obstante, los factores ambientales suponen otro elemento decisivo.
Piensa que, en invierno, los días suelen ser más cortos y hay menos horas de luz. Por ello, no es de extrañar que niños y jóvenes realicen menos actividades al aire libre y lo inviertan en otras tareas que impliquen el uso de pantallas digitales.
En este sentido, todo esto favorece el desarrollo de la miopía. Sin duda, un defecto de graduación que afecta a más de 400 000 millones de personas en todo el mundo. Además, se estima que para 2050, el 50 % de la población mundial será miope por abusar de la visión de cerca. Un dato alarmante que no pasa desapercibido.
¿Gafas de sol homologadas para los 365 días del año?
Otro de los grandes peligros del invierno deriva de la falsa creencia de que, si hace frío, el sol no nos perjudicará tanto como en verano. En absoluto. La intensidad de los rayos solares y el riesgo a sufrir una sobreexposición siguen siendo altos.
De hecho, es incluso mayor que en los meses de julio y agosto, ya que nos olvidamos de proteger la vista de los más pequeños de la casa sin pensar en las consecuencias a largo plazo. Esto sumado al viento y a las bajas temperaturas puede ocasionar sequedad, baja visión, incluso cataratas.
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